¿Quieres ir a Dolomitas? ¡Aquí te dejamos nuestra increíble guía de viaje para que no te pierdas nada y disfrutes al máximo!
Dolomitas es un auténtico paraíso localizado en el Norte de Italia. Para unos mallorquines como nosotros, destaca el verde de sus bosques, el turquesa de sus lagos, la increíble gastronomía italiana, lo bien gestionados que están sus espacios naturales y lo simpática que es la gente. Si buscáis huir de la gran ciudad y perderos por montañas, bosques y lagos, preparaos para vivir una increíble aventura. Os narraremos nuestro viaje para que podáis aprender de nuestros errores y aciertos.
¡Allá vamos!
Resumen del viaje
Hicimos una ruta de 10 días y 9 noches, del 5 hasta el 15 de Julio. Nos alojamos en hoteles, visitando un total de 5 diferentes repartidos por todas las Dolomitas. El viaje fue en coche de alquiler, para lo cual utilizamos la empresa Autovia.
En este viaje escogimos ir un periodo más largo, ya que buscábamos una verdadera desconexión. Hemos de decir que es uno de los viajes más increíbles que hemos hecho hasta el momento, sino el mejor.
Conducir por Dolomitas
No os preocupéis, las carreteras son increíbles y están muy bien mantenidas, si bien es cierto que la conducción en Italia es particular (han sido durante años el pais que peor conduce de Europa) y está infestado de radares. Para este último punto, recomendamos encarecidamente usar Google Maps y similares con aviso de radares, aunque locales nos dijeron que están en proceso de eliminarlos, recomendamos ser precavidos.
Día 1 – Aeropuerto de Treviso – Auronzo – Lago di Misurina
Iniciamos el viaje desde el aeropuerto de Treviso en Venecia, ya que es al que habitualmente vuela Ryanair. IMPORTANTE, Venecia tiene dos aeropuertos, Treviso y Marco Polo, mucho cuidado si tenéis que reservar coches o similares no confundirse. All recogimos el coche de alquiler con la empresa Autovía, un Peugeot 3008 muy chulo, y nos dirigimos por autopista de peaje hasta la primera parada, Auronzo di Cadore.
Se trata de un pueblo no muy grande con un lago verdaderamente impresionante, con aguas de color azul turquesa que te deja boquiabierto. En general en todas las Dolomitas los parkings son privados o de pago, pero en este caso encontramos sitio fácilmente al lado de la comisaria de los carabinieri. Antes de comenzar, comimos en la pizzería el Gnomo Goloso, a la que llegamos en 5 minutos caminando. Sin más;os recomendamos probar suerte en otro lugar. Como es habitual en la mayoría de lagos de Dolomitas, hay rutas circulares que recorren el lago para poder verlo desde todos los ángulos. Aprovechando que el vuelo en dron estaba disponible en la zona (consultar la web oficial de D-flight para ver los mapas) hicimos algunos videos y fotos por la zona. Os recomendamos la visita ya que vale mucho la pena.
Finalizada la visita a Auronzo, y con toda el cansancio del viaje, nos dirigimos hacia el Lago de Misurina para dejar las maletas (nunca nos gusta ir con maletas en el coche, aunque durante el viaje nos sentimos super seguros) y echar el primer vistazo al lago de Misurina. En cuanto al alojamiento, el Hotel Des Alpes, no pudimos tener una experiencia mejor. El personal es excelente, tanto como profesionales como a nivel personal, la ubicación es una maravilla y el estilo es 100% dolomítico. Nos quedamos 3 noches en este lugar, ya que es un buen punto desde el que coger coche y visitar diversos puntos emblemáticos de Dolomitas.
Decidimos dar un paseo breve por el Lago de Misurina e ir a cenar al restaurante Edelweiss, que nos gusto tanto que acabamos yendo 3 veces. Los precios no están mal, ya que la ubicación es una gozada y la comida es de una gran calidad, con platos típicos de la zona. Difícilmente te escapas de los 20€ por cabeza, con postre 25, pero vale la pena. Allí probamos los gnocchis de corzo y el gulash con polenta. Muy muy bueno.
Día 2 – Tre Cime di Lavaredo – Cadini di Misurina
- Alojamiento: Hotel des Alpes (Misurina)
Iniciamos el día desayunando en el hotel (ya que la mayoría de hoteles de la zona incluyen siempre desayuno debido a que hay pocas alternativas en la zona) y tan pronto como pudimos (8:00) nos dirigimos en coche al parking de las Tres Cime Di Lavaredo. El parking son 30€ todo el día (siendo 2, 15 por persona). Si bien es cierto que yendo en bus son 10 euros por cabeza, por 5 euros de diferencia no te has de preocupar de horarios ni de autobuses llenos, hecho frecuente por lo que nos comentaron en el hotel
Ya en el aparcamiento, nos dirigimos al Refugio de Auronzo para comenzar la Ruta. Hay varias rutas que pueden hacerse, varias de ellas circulares. Nosotros optamos por pegarnos una buena paliza y, al llegar al Rifugio di Lavaredo, desviarnos hacia el Rifugio Plan di Cengia para comer allí. En nuestra opinión vale muchísimo la pena, ya que la vuelta normal que va hacia el Rifugio Locatelli está mucho más transitada. Sobre las 12:00 llegamos a dicho Refugio, después de pasar por un par de lagos preciosos y tener unas vistas increíbles sin prácticamente cruzarnos a nadie. El camino, si bien no es sencillo, es asequible con algo de fondo.
En el refugio comimos la pasta al ragú y unas Bratwurst con patatas asadas. El postre nos lo reservamos para el Rifugio Locatelli. Después de reponer fuerzas y aprovechar para ir al baño (el del Rifugio de Lavaredo era una absoluta pesadilla) nos dirigimos hacia Locatelli por la cara Norte de la montaña. Este tramo también es precioso, no llegan a las 2 horas de camino. En Locatelli os recomiendo el Strudel de manzana y que aproveches para, en el norte del Refugio, subir a unas pequeñas cuevas que se dibujan en la montaña para haceros la foto más típica de las Tre Cime desde aquí. Por desgracia estaban semicubiertas en nuestra visita, pero suerte tuvimos de que no lloviera (la semana anterior no había parado de llover).
Llena la barriga y hechas las fotos, nos dirigimos de nuevo hacia el Rifugio de Lavaredo, ya que volver directamente hacia Auronzo implica un desnivel adicional que nuestras piernas no estaban de acuerdo en afrontar. Ahora si, desde Lavaredo nos dirigimos a Auronzo, y desde ahí hacia el Sur para visitar una maravilla de la zona,, Cadini di Misurina.
A unos 45 minutos del refugio se encuentra este punto tan increíble como fotogénico. Aunque da un pelín de vértigo, su visita vale mucho la pena. Además, al ir bien entrada la tarde (~18:30), estábamos prácticamente solos, mientras que por las mañanas nos dijeron que era muy frecuente que se hicieran colas para hacerse la foto. Sin duda, no os arrepentiréis del esfuerzo extra.
Total de la ruta: casi 11 horas de caminata, comidas y fotos. Una paliza considerable, pero valió la pena absolutamente. Después de esto, ducha y cenamos en el mismo hotel. Tienen un menú por 25€ con primero, segundo, postre y bebida muy abundante que nos encantó.
Día 3 – Cortina d’ Ampezzo – Lago di Misurina
- Alojamiento: Hotel des Alpes (Misurina)
El día 3 ocurrió algo muy habitual en la zona que no se volvería a repetir en todo el viaje…nos llovió. Sin embargo, lejos de quedarnos en el hotel decidimos ir a ver Cortina D’ Ampezzo, un pueblo a 20 minutos de Misurina. Justamente había mercado local, así que pudimos consultar algunas tiendecitas de souvenirs, libros y algo de ropa. En nuestra opinión es una parada que os podéis saltar sin problema, pero es una baza interesante por si, como a nosotros, os toca un día algo más feo que no os permita salir a la montaña. Por otro lado, después de la paliza de las Tres Cime tampoco iba mal algo de tranquilidad.
Como alternativa a Cortina, el personal del Hotel nos recomendó un Spa, el Caravan Park Sexten, que aunque el nombre no dice nada nos comentaron que es increíble. Sin embargo, la visita a Cortina nos comió el tiempo y finalmente decidimos no ir, pero nos quedamos con las ganas.
De tarde, con una lluvia suave, decidimos hacer la ruta circular del Lago di Misurina, ya que aunque el Hotel estaba a 30 segundos no habíamos tenido tiempo de recorrerlo. Incluso tienen barcas por si alguno se anima (y más económicas que las de Braies). La verdad es que el recorrido circular es una pasada, ya que no está nada transitado y es pura naturaleza
Después decidimos hacer una parada en la mejor tienda de souvenirs que vais a ver en todo el viaje, Giorgetta Cutlery Souvenirs. Tienen de todo, desde un stand gigante rotatorio de navajas y cuchillos hasta camisetas (de muy buena calidad por cierto), enanos de navidad y las Tres Cime talladas en madera (esta nos la llevamos porque era preciosa). Lamentablemente decidimos no comprar más cosas, lo cual fue un error ya que luego en las otras paradas no había ni por asomo tanta variedad.
Para cenar intentamos cambiar de restaurante, pero el destino decidió que volviéramos a cenar en el mismo sitio que siempre, el restaurante Edelweiss. Nos convenía descansar, ya que el día siguiente iba a ser bien movido
Día 4 – Lago di Braies – Cinque Torri – Canale d’Agordo
- Alojamiento: B&B El Lares
Dejamos el Hotel de Misurina y nos dirigimos hacia nuestra primera parada del dia, el Lago di Braies. Hasta el 10 de Julio se puede acceder sin reserva del aparcamiento, pero del 10 de Julio al 10 de Septiembre se debe reservar con antelación aquí. Nosotros os recomendamos ir al parking 2, que no está ni muy cerca ni muy lejos del Lago. Cuanto más cerca, más caro. Nosotros fuimos sobre las 9:00 y estaba más o menos tranquilo.
Una vez allí, os recomendamos alquilar una barca y dar un paseo antes de que haya más gente. Aunque es un palo, vale mucho la pena porque la experiencia es increíble. Al bajar, os recomendamos dar la vuelta al Lago. Es cortita y muy guapa, aunque si hay mucha gente es posible que en algunos puntos se forme algún que otro atasco.
Terminada la visita en Braies pasamos por el hotel a por las maletas y nos dirigimos a Cinque Torri, a unas 1.5 horas en coche. Dejamos el coche en el aparcamiento de Seggiovia Cinque Torri, y optamos por subir con el teleférico. La subida a pie (así como la bajada) por los pies del teleférico no es del todo agradable, así que si se quiere caminar recomendamos entretenerse por la parte alta, visitando los senderos y el museo al aire libre de la Primera Guerra Mundial. Nos encantó esta visita, aunque fue más fugaz de lo que nos hubiera gustado ya que debíamos pasar a recoger las llaves del B&B El Lares antes de las 18:00 cerca de Canale D’Agordo.
Terminada la visita cogimos el coche y nos dirigimos a coger las llaves del B&B El Lares en Falcade (a 5 minutos de Canale D’ Agordo) y directamente al B&B. Canale D’ Agordo es un pueblito muy muy pequeño (unos 1200 habitantes) y verdaderamente encantador. En cuanto al B&B, fue el mejor de todo el viaje. La habitación es enorme, tenia sauna y tenía unas preciosas vistas a la montaña. Sin duda, fue la parada más tranquila de todo el viaje
A la hora de cenar encontramos un restaurante a 2 minutos caminando que simplemente nos encantó, la Pizzería Ristorante Costa. Tanto nos gustó que fuimos dos días seguidos a cenar. Comida 100% local, casera, bien de precio y de muerte. Además el personal es local y el servicio es muy bueno. Los postres son enormes, aunque nos comimos uno cada uno. Sin duda repetiríamos una y mil veces si volviéramos.
Día 5 – Sassolungo – Sendero de las Marmotas
A la mañana siguiente nos levantamos bien temprano para desayunar en el B&B, donde conocimos al personal del hotel que fueron encantadores y nos hablaron largo y tendido sobre la historia del pueblo. A continuación nos dirigimos al aparcamiento de Sassolungo, a 1.5 horas del B&B. El aparcamiento costó todo el día unos 25€, que no es barato, pero no hay muchas más alternativas y el lugar vale muchísimo la pena. Una vez allí valoramos subir caminando, pero no lo recomendamos ya que es una subida muy larga y bastante dura, así que nos decidimos por el teleférico. Da respeto, ya que caben dos personas de pie, pero es ciertamente una experiencia. Son otros 23€ por cabeza
Una vez arriba comenzamos la bajada a pie hacia el Rifugio Vicenza, donde comeríamos. Al principio, aunque estuviéramos en Julio, habia bastante nieve y hielo, y unas gravas considerables, así que recomendamos llevar un buen calzado y afrontar con calma la bajada. Una vez abajo, comimos unos huevos fritos con patatas muy ricos en el Refugio, aprovechando las preciosas vistas desde la zona.
Con el buche lleno comenzamos la bajada. Fueron unas 4 horas, que sumadas a las 2 de bajada hicieron unas 6 horas totales, contando paradas, fotos y a una marcha bastante tranquila. Os recomendamos traer agua, ya que no hay fuentes por el camino. El paseo es precioso, ya que a lo largo del mismo pasamos desde un paisaje de alta montaña sin vegetación hasta densos bosques que parecen de película.
Terminada la visita, volvimos al coche e hicimos una parada rápida en el Santuario de las Marmotas, a unos 5 minutos de Sassolungo. La mala noticia es que al parecer son más activas por la mañana, así que quizás vale más la pena ir primero al santuario y luego a Sassolungo. Aun así pudimos ver una catarata bastante guay. Al terminar volvimos al hotel y cenamos, de nuevo, a la Pizzería Ristorante Costa.
Día 6 – Allegue – Lago di Carezza – Alpe di Siusi
- Alojamiento: Chalet Hotel Hartmann
A primera hora aprovechamos para ver bien el pueblo, ya que el primer dia llegamos tarde y el dia anterior usamos todo el día en Sassolungo. En 20 minutos está visto, pero vale la pena dar una vuelta para empaparse de la esencia del lugar.
A continuación nos dirigimos a Allegue, a hacer una visita relámpago antes de ir a Carezza. Aunque el pueblo tiene mucho encanto, como os comentaremos después fuimos un poco justos de tiempo al final del día, así que para mi es una visita muy opcional.
Desde ahí nos dirigimos hacia el Lago di Carezza, una visita que nos hacía bastante ilusión ya que habíamos visto fotografías y parecía espectacular. En efecto, lo fue. Dejamos el coche en el aparcamiento, 3€, y por un túnel en 3 minutos te plantas directamente en el lago, donde te espera una vuelta circular por un precioso lago de aguas arcoíris. Parada obligatoria. La vuelta es muy cortita, en 20 minutos la tienes hecha
Terminada la vuelta nos dirigimos a nuestra última parada del día, Alpe di Siussi. Dejamos el coche en el parking Seiser Alm Bahn, donde cogeríamos un teleférico de ida y vuelta para ver estos increíbles prados. Nuestro consejo: nosotros nos equivocamos, Alpe di Siussi es un lugar para pasar el día, no para hacer una visita relámpago como hicimos nosotros. Si no os da tiempo, las vistas son muy similares a las del día siguiente en Seceda, así que aprovechad para ir más tranquilos durante el día y descansar para el día siguiente.
Terminamos el día en el siguiente hotel, el Chalet Hotel Hartmann. Profesionalidad y elegancia son los dos adjetivos que mejor definen a este hotel. En realidad la sensación no es de un hotel, sino de una casa preciosa con zonas comunes, hidromasaje, sauna y salones para uso de todos los alojados en el mismo. El personal es encantador y nos atendió a la perfección durante toda la estancia. La sorpresa mayúscula fue, después de todo el día, encontrarnos una bañera de hidromasaje en el baño. Un 10.
Para cenar decidimos cambiar un poco de gastronomía y buscar una buena hamburguesería. Finalmente encontramos el Brew Pub LaBetula, que resultó ser espectacular. Probamos la hamburguesa de pulpo y la de pulled pork, ambas increíbles, y un tiramisu de cerveza negra que resultó ser uno de los mejores de todo el viaje. Si os apetece cambiar un poco, es vuestro sitio.
Día 7 – Seceda – Trento
- Alojamiento: NH Trento
A la mañana siguiente desayunamos muy pero que muy bien en el hotel (el mejor del viaje), y nos dirigimos caminando hacia el teleférico de Seceda. Es un hachazo de proporciones mayúsculas (45€ por cabeza ida y vuelta), pero vale totalmente la pena. Nosotros no íbamos a dedicar todo el día a Seceda, pero nos hubiera encantado. En ese caso, recomendamos comprar solo ida y bajar caminando, ya que las vistas son preciosas. Ya arriba pudimos contemplar estas increíbles vistas de lo que seguramente es uno de los lugares más bonitos del mundo.
Desde ahí nos dirigimos caminando al refugio que habia un poco más abajo, donde disfrutamos de un estupendo chocolate mientras nos relajamos en la terraza del propio refugio. Relax al 200%.
Terminada dese ahí hicimos un recorrido circular y nos dirigimos de nuevo al teleférico. Ese dia nos despedíamos de Dolomitas y nos dirigíamos hacia Trento, donde haríamos una parada antes de ir a Venecia, donde terminaríamos el viaje. Al llegar al hotel, nos permitieron no solo darnos una ducha, sino también relajarnos en el spa, tomar un refrigerio, unos frutos secos, relajarnos en el salón e incluso nos invitaron a un café. Lo dicho, un servicio de 10.
Totalmente renovados cogimos coche hasta Trento, unas dos horitas, en este caso al Hotel NH Trento. Se trata de un hotel mucho más industrial que el resto del viaje, ya que en Dolomitas habían sido mucho más tradicionales. La habitación era impresionante, y tenía una terraza enorme, pero salimos pitando hacia la cena porque íbamos con un chocolate encima en todo el día.
Terminamos cenando en el Restaurante Korallo Pizza & Drink, ya que tenía muy buena valoraciones en Google y varios reconocimientos a nivel nacional. Impresionante. Nos comimos dos calzones que quitaban el hipo. Son diferencia las mejores de todo el viaje a Italia.
Día 8 -Trento – Venecia
- Alojamiento: Hotel Cannaregio 2357
A la mañana siguiente decidimos visitar Trento por la mañana y dirigirnos a Venecia por la tarde, ya que debíamos dejar el coche en la estación de Venecia – Mestre. Siendo sinceros, Trento es una parada que recomendamos saltarse. En nuestra opinión vale mucho más la pena disfrutar de más tiempo de Venecia y, o venir directos de Ortisei o dormir en Trento y salir de buena mañana. Aun así dimos una vueltas por el centro e hicimos algunas fotos (tampoco ayudó que nos diluviara, todo sea dicho).
A continuación nos dirigimos a la estación de Venecia – Mestre para dejar el coche. También se podría haber dejado el coche de nuevo en el aeropuerto de Treviso, pero por ahorrarnos algo de tiempo (Treviso está a 1h más o menos de Venecia centro) decidimos pagar los 70€ extra por cambio de destino del coche. Además, ir de Mestre a Venecia son 4 euros, pero 22 desde Treviso. Por el camino paramos en el pueblo de Bassano a comer algo y estirar las piernas. Comimos en una tienda restaurante llamada Arte in Cucina, en el que comimos algo más verde que el resto del viaje y donde aprovechamos para comprar algunos souvenirs de comida. Una parada muy agradable.
Posteriormente nos dirigimos a la estación de Venecia-Mestre, donde dejamos el coche y cogimos el tren hacia Venecia centro. Ya allí notamos el cambio térmico. Aviso: Venecia en Julio es un horno, y está llenísimo de gente. No lo recomendamos en absoluto, pero ya que pasábamos por la zona decidimos dedicar un par de dias. Pusimos rumbo maletas en mano a nuestro Hotel, situado en el barrio de Cannaregio y de nombre Hotel Cannaregio 2357. No pudimos estar mas contentos con el hotel. Localizado en pleno barrio judío, es mucho más tranquilo que los barrios más céntricos y tiene detrás una de las mejores calles para cenar de todo Venecia. Las instalaciones son muy adecuadas y transmite al 100% el estilo de Venecia. Lo recomendamos al 100% por ubicación, precio y estilo.
Una vez duchados y descansados dimos un paseo rápido por la ciudad. Venecia es un auténtico cuento. Se podría decir que fue una de las grandes sorpresas del viaje, ya que mientras que de Dolomitas nos imaginábamos que era una maravilla, y efectivamente lo fue, de Venecia no esperábamos mucho, y nos equivocábamos completamente. Mucho ojo con los carteristas, la ciudad está infestada, aunque no tuvimos ninguna mala experiencia.
Decidimos ver el atardecer en los Canales del Cannaregio mientras cenábamos los famosos Chiquetti, que vienen a ser una especie de tapas de Venecia. Probamos los chiquetti del restaurante Al Timon, por recomendación de una amiga que hicimos en Dolomitas, y estaban verdaderamente buenas. Después decidimos hacer un helado (repetiríamos tres veces más antes de irnos) en la heladería Baccaro del Gelato. Con la barriga bien llena, nos retiramos a dormir. Mañana más.
Día 9 – Venecia Centro
- Alojamiento: Hotel Cannaregio 2357
Comenzamos el día desayunando cualquier cosa en el SPAR de Cannaregio (que dicho sea de paso, es precioso) y volamos hacia un Free Tour matutino de Guruwalk. En la visita, que se iniciaba frente al Puente de la Academia, nos explicaron los básicos de debíamos conocer de Venecia, desde los barrios, como movernos con góndola y como estaba construida la Ciudad hasta terminar en la Plaza de San Marcos, incluyendo recomendaciones de visita e incluso restaurantes. La verdad es que la chica fue encantadora y nos los pasamos muy muy bien.
A continuación, bajo los 37ºC de la plaza de San Marcos, decidimos entrar en la Basílica por recomendación de la guía del Free Tour. Es muy importante el código de vestimenta, ya que al tratarse de un edificio religioso son muy estrictos con la ropa. Nada de hombros al aire ni shorts por encima de la rodilla. Si os ha pillado sin saberlo, podéis comprar un fular en cualquiera de las tiendas de souvenirs de la propia plaza. La entrada a al basílica son 3 euros, pero es absolutamente increíble, ya que los techos son de auténtico oro.
Sin querer ya se habia hecho la hora de comer, así que nos dirigimos a un restaurante que habíamos encontrado a comer el auténtico Rissoto al Nero di Sepia. El sitio en cuestión se llama La Colombina, y es nada menos que un estrella Michelín. Sin embargo, un plato de rissoto para 2, repitiendo al menos una vez cada uno, nos salió por 24 euros por cabeza, que con el postre se fue a 30. Iba a ser nuestro capricho del día, y estaba de muerte. Terminamos la comida, como no, con un buen helado del Baccaro del Gelato. Nos retiramos a hacer una siesta porque el calor era tremendo, y habia que aprovechar lo que quedaba de día.
Cuando el calor bajó reanudamos nuestra marcha para hacer lo que nos habia recomendado todo el mundo, perdernos. Las callejuelas de Venecia tienen bastante más encanto que las calles principales, y mucha menos gente. Nos dirigimos a Acqua Alta, una de las librerías más increíbles que veréis nunca. Debido a las recurrentes inundaciones de la misma, los libros están colocados en una góndola dentro de la propia tienda, a fin de salvaguardar su integridad. Además, los libros que se echan a perder se han utilizado para construir escaleras en la propia librería. Está bastante escondida, pero como sabemos que la encontrareis, no os diremos como llegar.
Comprados unos cuantos regalos nos dirigimos a ver la zona al otro lado del Gran Canal, que habíamos visto brevemente durante el Free tour. Paseamos sin dirección fija durante todo el resto de tarde, de monumento en monumento y de puente en puente. Es una ciudad increíble para hacer esto.
Cuando los pies dijeron basta, decidimos sentarnos a comer un buen plato de pasta con bogavante y una lasaña. Encontramos el Restaurante Rio Novo, donde pudimos cenar pegados al canal y la comida estuvo de auténtico escándalo. Además el personal fue muy simpático y nos invitaron a varios chupitos de Limoncello. El precio fue muy adecuado, 12 la lasaña y 29 la pasta con bogavante (ya ahorraríamos al volver a casa).
Caminamos desde el Restaurante hasta el Hotel de nuevo para terminar el último día completo de viaje.
Día 10 -Venecia -Aeropuerto de Treviso
A la mañana siguiente decidimos desayunar en la Torrefazione Cannaregio, una de las más antiguas de Venecia y que por suerte está muy cerca de nuestro hotel. Mientras disfrutábamos de un buen café cerca del canal, decidimos que hacer este día. Había dos opciones claras: o nos volvíamos a perder por Venecia, o comprobamos el bono del batobus de 24h (29.50€) e íbamos a ver las islas de Murano y Burano. Finalmente, considerando que íbamos un poco apretados de tiempo decidimos simplemente perdernos de nuevo por la ciudad, ya que nos quedaba la sensación de que dejábamos muchas cosas por ver.
Hicimos una parada en el Atelier de máscaras venecianas Ca’ Macana, muy cerca del hotel. La verdad es que es la mejor de todas las tiendas que vimos durante la estancia, y ver a aquel hombre como hacía las máscaras mientras paseábamos por la tienda nos animó a llevarnos alguna. Hay desde 10 euros hasta 300, así que se adaptan a cualquier bolsillo. Después nos perdimos por las calles en busca de la calle más estrecha de Venecia (que vaya si lo era), el puente de los Asesinos, la Bocca di Leone (donde los ciudadanos daban chivatazos de delitos) y del Arsenal de Venecia.
Estando en el paseo marítimo cerca de la Plaza de San Marcos, decidimos cruzar para ver de cerca la Basílica de Santa Maria de la Salud, y aprovechamos apra aprovecha un truco de la ciudad. Si queréis montar en góndola, pero no queréis soltar los 90€ por 45 minutos, existen un par de puntos a lo largo del Gran Canal en los cuales, por 2 euros, os llevarán de lado a lado. ¡Sabréis lo que se siente salvaguardando la cartera!. Una vez en el otro lado, echamos un vistazo a la basílica (lamentablemente en obras) y nos dirigimos al hotel para recoger las maletas e irnos hacia la estación de Santa Chiara a coger el bus a Treviso (22€) que en una horita nos dejó en el Aeropuerto para volver a casa.
Reflexiones finales
Así pusimos fin a un viaje de 10 días desde la Italia más tranquila, natural y remota en las Dolomitas hasta la más calurosa, turística e histórica de Venecia. Os recomendamos al 100% hacer esta ruta, si bien podéis dividirlo en dos viajes para no comeros Venecia en Julio como hicimos nosotros. Sin duda, esperamos repetir MUY pronto.
¡Arrivederci!
Anexo – Volar Dron en Dolomitas
En la gran mayoría de lugares famosos, como Seceda, Tre Cime, Sassolungo y Carezza el vuelo en dron estaba prohibido, al menos en la fecha en la que fuimos. Sin embargo, hay otros muchos lugares preciosos donde se puede volar. Nosotros nos dimos de alta en la web oficial D-flight.it para consultar los mapas de vuelo y fuimos con un seguro de dron en vigor, y no tuvimos ningún problema.